Rutas por el municipio

Desfiladero de Bustillo

•  Desde Toreno, destino a Pardamaza. Allí, se puede disfrutar de una zona de alta montaña con abundante vegetación y afloración de manantiales por todas partes. Pero antes de llegar a Pardamaza, visitaremos Librán para ver la iglesia con su espadaña de ladrillo y el campanario con todos sus escalones de madera. Luego una vista al desfiladero de Bustillo.
• Tras un largo recorrido, bajaremos al curso del río Primout, para desde allí tomar el camino que conduce a San Pedro de Mallo, el que abandonaremos a mitad de recorrido para desviarnos e ir en busca de las pinturas rupestres esquemáticas. Visitaremos el Buracón de los Mouros y la Escondida para más tarde dirigirnos a San Pedro de Mallo, donde también encontraremos más pinturas. En alguna de sus casas podemos contemplar piedras labradas procedentes del Monasterio de Santa Leocadia de Castañeda.
• Bajaremos en dirección Matarrosa y en el camino, Santa Leocadia, primitivo asentamiento del citado monasterio y visitar su iglesia que conserva una de las mejores canterías de todas las del entorno. Llegamos a Matarrosa, segundo núcleo de población de este ayuntamiento, habiendo visitado anteriormente la central de Peñadrada y la toma de aguas del canal de Santa Marina. Nos adentramos en Matarrosa, donde las nuevas construcciones encierran en su parte más baja los recuerdos del pasado con sus típicas construcciones.
• Volvemos a Toreno para iniciar nuestra subida a Villar de las Traviesas, sus típicas y conservadas construcciones nos darán albergue por largo tiempo, invitándonos a subir al pico de Gistredo para poder dominar todo el Bierzo, y cota que nos invita a practicar el ala delta o parapente. Esta ruta desde Villar nos puede conducir al valle del Boeza ó quizás llegar más lejos, allegarnos a Catoute con sus 2.117 m. de altitud.
• Volvemos a nuestro punto de partida para ir en dirección de “La Ruta de Carpas”, estamos en Santa Marina y las tranquilas y sosegadas aguas del pantano de Barcena nos darán tiempo para la pesca y el baño. Beberemos aguas de sus fuentes  y nos acercaremos a los puentes de Cantarín.
• En Toreno, el Sil poderoso, serpentea puentes de cal y canto y conserva la nostalgia de aquellos lavaderos de oro, “Prao del Louro”. En lo alto el Castro que es el vigía de esta villa, encierra restos de aquella ocupación, primero celta y más tarde romana en el siglo IV. Como lugares a visitar, sus casas solariegas como la de los Escribanos, el palacio de los Condes de Toreno, la iglesia de San Juan Bautista, no podemos olvidar el símbolo y emblema de la villa, el rollo o picota, que da nombre a la plaza donde se halla presente desde principios del siglo XVI. Junto al río, la casa de los Joncones conocida por las gentes del lugar como Chico el Río, donde se sitúo un paso de barca provisional para salvar las dificultades que generaban las grandes riadas que derruían parcialmente el puente de acceso entre las dos partes del pueblo.
• Otra de las rutas a tomar será la que nos lleva de Valdelaloba a Pradilla. En estos pueblos veremos sus potros y sus lagares de viga. Y en medio de estas dos localidades nos encontramos con la Iglesia de la Magdalena, donde todo lo que servía fue fruto del hurto y el pillaje, llegando a desaparecer hasta las piedras de sus puertas de entrada.  Podemos seguir viaje y descender por el viejo camino que nos conduce al antiguo apeadero del tren y encontrarnos de nuevo con las aguas del pantano de Barcena. Si atravesamos el túnel del tren podemos llegar a Cantarín y retornar nuevamente a Santa Marina.